Dios – Creemos que Dios es el Creador, Sustentador y Gobernante Justo del universo. Él se ha revelado a sí mismo en la naturaleza, y en las Escrituras de la Santa Biblia como el Padre, Hijo y Espíritu Santo: pero como un solo Dios.
Jesucristo – Él es el Hijo único de Dios; el único en su clase. La Escritura enseña que Él es Dios revelado en carne. En Su naturaleza Divina Él es verdaderamente Dios y en Su naturaleza humana verdaderamente hombre. Él es aquel que una vez fue crucificado por el pecado del hombre, el Salvador y Señor ahora resucitado y glorificado que es el mediador entre Dios y el hombre y que nos da acceso al Padre a través de Su intercesión. Ninguno puede venir al Padre a menos que vengan a través de Él.
Espíritu Santo – Todos los atributos de Dios son atribuidos al Espíritu Santo por las Escrituras. Es Él quien convence a los hombres de su pecado. También convence al hombre de lo que es correcto, y de que llegará un último día de juicio. Él, es, que viene a vivir en nosotros en la conversión, para abrir nuestro entendimiento a la Escritura, y para conducirnos a la Verdad.
La Biblia – Dios usó a hombres santos para escribir las Escrituras. Son, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, las mismas palabras que Dios quiso que tendríamos. Son, dados por Dios, sin error y son nuestra única regla de fe y práctica. Nos beneficiamos de ellos al aprender la verdad sobre muchas cosas: también nos hablan de malas cosas; incluso nos corrigen y nos vuelven a poner en marcha, así como nos instruyen en la vida correcta.
Hombre – Dios creó al hombre en un estado de inocencia. El hombre, siendo tentado por Satanás, cedió y deliberadamente desobedeció a Dios, convirtiéndose en un pecador e incurriendo en el juicio de Dios sobre el pecado. Todos los descendientes de Adán heredan su naturaleza caída y por lo tanto tienen una inclinación natural al pecado. Cuando uno llega a una era de responsabilidad, es culpable de pecar ante Dios y necesita la salvación.
La relación de Dios con sus criaturas y la creación – Dios ejerce una providencia sabia y benevolente sobre todos los seres y cosas. Él mantiene las leyes de la naturaleza y realiza actos especiales como el más alto bienestar de la humanidad y Su orden creado de cosas requieren.
Salvación – El hombre recibe perdón por sus pecados cuando admite a Dios que es un pecador, cuando en el dolor santo se aparta de ellos y confía en la obra redentora de Cristo por su pecado. Esta aceptación de la gran salvación de Dios implica la creencia en la muerte de Cristo en la cruz como sustituto del hombre y el hecho de que Dios lo resucito de entre los muertos como se predijo. Es una salvación solo por gracia y no por obras.
¿Quién puede ser salvo? – Es la voluntad de Dios que todos sean salvos, pero ya que el hombre tiene el poder de elección, Dios salva sólo a aquellos que se arrepienten de su pecado y creen en la obra de Cristo en la cruz. Aquellos que se niegan en esta vida a arrepentirse y creer no tienen ninguna oportunidad posterior de ser salvos y así se condenan ellos mismos a la maldición eterna por su incredulidad.
Perseverancia – Creemos que hay fuertes motivos para esperar que los salvos perseveren hasta el fin y sean salvos debido al poder de la gracia divina prometido para su apoyo. Creemos que cualquier persona salva que ha pecado (ya sea que halla recaído o pecado), pero tiene un deseo de arrepentirse, puede hacerlo y ser restaurado al favor y la comunión de Dios. Sin embargo, puesto que el hombre continúa teniendo libre elección, es posible debido a las tentaciones y la debilidad de la carne humana que caiga en la práctica del pecado y haga naufragar su fe y se pierda para siempre.
Ordenanzas del Evangelio – Los bautistas del Libre Albedrío creen que la Biblia enseña tres ordenanzas para que la iglesia practique: el bautismo en agua por inmersión, la Cena del Señor, que se perpetuará hasta Su regreso, y el Lavado de los pies de los Santos, una ordenanza que enseña humildad.
Resurrección – Los Bautistas del Libre Albedrío creen que las Escrituras enseñan la resurrección de los cuerpos de todos los hombres, cada uno en su propio orden; los que han hecho el bien saldrán a la resurrección de la vida, y los que han hecho el mal a la resurrección de la condenación.
Gobierno de la Iglesia – Las iglesias bautistas de libre albedrío disfrutan de la autonomía de la iglesia local (autogobierno). La iglesia local es la autoridad más alta en la denominación. Las iglesias locales se organizan voluntariamente en reuniones trimestrales, de distrito, estatales y asociaciones nacionales con el propósito de promover la causa de Cristo a nivel local, estatal, distrital, nacional y mundial.
La segunda venida de Cristo – La Biblia enseña que Jesucristo, quien ascendió en lo alto y se sienta a la diestra del Padre, vendrá de nuevo para cerrar la dispensación del Evangelio, glorificar a Sus santos y juzgar al mundo.
Misiones – Los bautistas del libre albedrío creen que Jesús mandó a la iglesia ir a todo el mundo y predicar el Evangelio a cada criatura. Para un estudio en profundidad de las creencias y prácticas bautistas del Libre Albedrío, pida una copia del Tratado Bautista del Libre Albedrío.