Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. (2 Corintios 1:3-5)
La consejería cristiana está fundamentada en la Biblia y su objetivo es ayudar a las personas a enfrentar su dolor a través de una relación personal con Jesucristo. Muchos de las técnicas serán similares a las empleadas en la consejería secular; pero la motivación será diferente. En la consejería secular, el problema o el cliente es el centro de la terapia. En la consejería cristiana, Dios es el centro. Una meta importante es ayudar a la persona a entender cuál es la voluntad de Dios para él/ella como individuo. La consejería cristiana combina métodos modernos de consejería con principios de las escrituras, usando las verdades bíblicas como punto de referencia para su integración.
Entendemos que las personas acuden a un consejero mayormente cuando están heridos, frustrados o abrumados por un problema. La mayoría de estas circunstancias se basan en relaciones difíciles entre matrimonios, padres e hijos. Creemos que las personas que atraviesan por este tipo de conflictos pueden estar experimentando dificultades intrapersonales; incluyendo trastornos del ánimo como la depresión, ansiedad, adicciones lo que puede resultar en un mal rendimiento tanto en el trabajo, la escuela y la vida en general. Todas estas dificultades pueden debilitar el cuerpo y la mente. La persona que está atravesando por este tipo de situaciones sólo puede ser liberada a través de la paz de Dios. Pablo escribe: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
En el ministerio de Consejería Ebenezer, le ofrecemos servicios de asesoría basados en la palabra de Dios con un corazón compasivo. Nos situamos tan cerca como sea posible a su necesidad. Seremos sensibles hacia sus experiencias y trataremos de responder a sus necesidades. Utilizaremos la información que hemos reunido para imaginar cómo sería ser usted en su situación. Tomamos tiempo escuchándolo y entendemos que lo que está diciendo es muy importante. Creemos que ser humilde y permanecer profesional como lo hizo Jesús es el camino a los corazones de los demás. Como un ministerio dirigido por Dios, permaneceremos respetuosos porque no somos jueces, Dios lo es. En el centro de Consejería de Ebenezer, queremos entender la realidad de su experiencia a través de la realidad de Dios.
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. (Fil 4.19)”.